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lunes, 9 de marzo de 2009

I HAD A DREAM









Ella se acercó en forma silenciosa con sus ocho añitos, me dió un beso en la mejilla y se fué a su cuarto en puntitas de pie, como cuando se van retirando las bailarinas del teatro, cuando baja el telón.-



En ese momento, estaba leyendo un libro de esos que uno deja inconcluso, tal vez por falta de tiempo o mejor dicho por no hacer un tiempo; ése tiempo que no quise perder; me levanté, fuí a su cuarto y allí estaba en su camita rodeada depeluches y fragancias de jazmines, con un beso en la frente, le dí las buenas noches; me alejé y mirándola con la puerta entornada le deseé felices sueños.-




La magia, no se hizo esperar, ella está, existe en cada sueño y en pocos días la ví vestida con su ¨tú-tú ¨ las zapatillas de media punta. Esa magia, se convirtió, en el mejor placer de mi vida. Ella comenzaba sus clases de danza clásica, dónde el arte se expresa en la elasticidad de sus figuras.-



Día tras día, recopilaba en mi memoria obras de una belleza sin par, tales como ¨El lago de los cisnes¨,¨Cascanueces¨, ¨Manón¨, ¨La bella durmiente¨,¨Romeo y Julieta¨y otras tantas.-


Los años, pasaban con tanta prisa, que mi niña, se estaba convirtiendo en una hermosa adolescente, su figura adquiría una silueta perfecta. En todo momento era su compañía en cada ensayo y mientras eso sucedía, me tomaba un paréntesis, para caminar y disfrutar de un paseo por la ciudad montevideana; mirando sus escaparates, su gente, sus plazas y cuando llegaba el atardecer, los comercios prendía sus marquesinas de colores y las luces de su interior de mini-cafetines invitaban a tomarse una copa o a compartir una charla improvisada entre amigos .-


Todos los fin de año, la escuela, nos brindaba, como broche de oro, el trabajo realizado; una velada en el mejor escenario teatral ¨El Solis¨, su bellísima arquitectura y el decorado de su interior, hacían de marco para ver un buen espectáculo. Los acordes de la orquesta, iniciaban la función y a medida que los cuadros se iban exponiendo, los temas magistrales endulzaban nuestros oídos.-


Familiares y amigos, aplaudían a rabiar en cada actuación y lo hacían de pié, dándoles su apoyo y en algunos había alguna lágrima de emoción.-


El tiempo transcurrió tan veloz, que sin querer, mi niña llegó a la meta de su profesión, brindando al público sus mejores performances. Por motivos, muy loables por cierto, mi sueño se desvanecía. Su vida, tomó un nuevo rumbo y su destino se digió a la Facultad de Humanidades Licenciatura en Comunicaciones; de lo cual estoy muy orgulloso. Hoy disfruta de su labor en otra parte del mundo, ha encontrado la felicidad; dejó su danza, para realizar su propio sueño, que también es el mío; pero en mi memoria, perdura la imagen de aquellas zapatillas gastadas, que deben estar colgadas en algún lugar de privilegio junto con todos mis sueños.-

THONY CARO





3 comentarios:

Nerim dijo...

¡ay! los sueños, cual importantes son, nunca deberían de faltar asi como tampoco, nunca tendríamos que olvidarlos.

Uno sueña y luego esos sueños toman su propio rumbo, van por otros caminos, se transforman en otros sueños.Unos sueños yacen para que otros cobren vida.Es la realidad de la vida y lo importante es llevarlos a cabo.

Un fuerte abrazo

Paquita dijo...

Los sueños de nuestros hijos, los hacemos un poco nuestros y cuando se llevan acabo participamos de su felicidad......

Bonito post.

Yo tengo dos niñas, aunque ya no tan niñas.

Un abrazo

Susymon dijo...

Què hermoso texto...yo tambièn sueño con mis hijas, con sus proyectos y deseos.Un abrazo!!!