CINE-TEATRO-ROMA

Se acuerdan de "Mi mula francis", aquella mula parlanchina del celuloide ?, pues bien, esa película, la ví cuando tenía siete años en mi pueblo, más precisamente en la casa de "concheiro", San tirso de Mabegondo,La Coruña y desde entonces quedé fascinado con el séptimo arte.-

Estando ya en Montevideo y cursando mi ciclo estudiantil de bachillerato, estaba en mi mente la inquietud de ser operador en proyección cinematográfica y poder pasar películas como el gordo y el flaco, chaplin o las más variadas cintas del oeste americano.

El colegio dónde asistía, tenía un espacio cultural, que pertenecía al clero, ya que el instituto era católico, llamado "Cine-Teatro-Roma". A raíz de ello, fuí haciéndome amigo de quien regenteaba la sala, el Sr. Enzo, un hombre alto, un poco tosco, de pelo blanco nieve, basatante serio pero muy bueno. Le pedí un día, si me podía quedar para ver como se ponían los rollos y encender aquellas enormes máquinas que parecían robots de otra galaxia; los domingos en las largas matineés, me fué enseñando el arte de la proyección, con el correr de los días, mi actitud hacia ese mundo era inexplicable, era sublime.-

Así, los rollos de las películas, fueron pasando por mis manos, con el cuidado de no olvidarme de poner los carbones que le brindaban luz al celuloide, para no provocar ningún incendio. Qué hermoso sentir esa sala llena de espectadores, más bien niños, disfrutando de sus personajes favoritos, ellos gritaban y reían con las ocurrencias representadas, se ponían de pié cuando en las peliculas de vaqueros aparecía el héroe para salvar la situación, aplaudiendo a rabiar... qué hermoso !!!; entre función y función, un amable señor, vendiendo golosinas y galletitas en su bandeja de madera, deletitaba con ese sabor dulce a las personas que podían comprar su mercadería.-

Tenía dieciséis años, mi amigo el Sr. Enzo se enfermó y por aquél entonces, los sábados de noche se proyectaban películas para adultos, es decir prohibidas para menores de 18 años (NO APTA); nunca me imaginé, verme en una situación límite; un vecino del Sr. Enzo me vino a buscar, me explico su situación y que tenía que hacerme cargo esa noche de la proyección, puesto que al día siguiente ya venía otro operador; no podía salir de mi asombro, además era menor, película prohibida, podían venir inspectores, ya que por aquel entonces la censura era muy rígida; pero estaban las entradas vendidas y el Sr. Enzo, ya había hablado y les dijo a los curas, ya que tenía que entrar por el colegio, que yo, era todo un profesional...vaya...que mentira...

La película a proyectarse, era ni más ni menos que "El trueno entre la hojas" con la exhuberante Isabel Sarli; los nervios, corrían por todo mi cuerpo, era tal mi comportamiento que entreveré los rollos y algunos los puse alternados, la gente no se dió cuenta, pues la estrella era Ella y no el guión ; ése cuerpo de Isabel, nadando en el río, mostrando sus enormes pechos, también fué la causal de mi equivocación. Por primera vez el destino puso ante mis ojos una diosa, que muchos de mis amigos sintían envidia por lo que habia visto, cuando les describía las tomas plasmadas en la pantalla grande.-

Me sentí importante, mi pecho hinchaba de satisfación, por haber realizado algo distinto en mi vida y poder ayudar a salir del paso a mi amigo el Sr. Enzo. Presenciar un espectáculo prohibido y consolidar mi afán por el manejo de la proyección, me motivó a interesarme mucho más por la historia del cine, sus secretos, sus estudios formando grandes ciudades, sus artistas, sus directores, sus mágicos entretelones; me relacioné con los representantes de las películas ,como la WB, MGM, COLUMBIA PICTURE, ARIES ARGENTINA, etc, etc...pero mi mayor satisfación fué cuando se estrenó "Cinema Paradiso", me sentí muy identificado, por primera vez mis ojos se llenaron con lágrimas de emoción... hoy, guardo en mi mente todo aquello de mi juventud, especialmente de la figura sex-simbol de ISABEL, los dejo con ella...